La revista
estadounidense The Atlantic reconstruyó lo que ocurrió el 8 de marzo de 2014,
cuando el Boeing 777 desapareció en el océano Índico con 239 personas a
bordo.Postularon la hipótesis más probable y cuestionaron la actuación de las
autoridades malasias.
Es el mayor misterio de la historia de la
aviación. Más de cinco años después, la desaparición del vuelo MH370 de
Malaysia Airlines sigue generando todo tipo
de versiones, desde un accidente hasta un secuestro, un ataque terrorista o
teorías conspirativas.
La búsqueda para
encontrar el Boeing 777, que se esfumó el 8 de marzo de 2014 en el Océano
Índico tras despegar de Kuala Lumpur, fue la más larga que se ha hecho jamás. Apenas algunos restos del avión fueron hallados en la costa
de África. Ninguno
de los 239 pasajeros fue encontrado.
El informe final de la investigación sobre el accidente reiteró la afirmación de Malasia de
que la
aeronave fue desviada deliberadamente y voló durante más de siete horas después
de cortar la comunicación. No obstante, apuntó, la causa de la
desaparición no puede determinarse todavía.
Ahora, la revista estadounidense The Atlantic buscó
hacer una
reconstrucción definitiva de lo que ocurrió ese día. La extensa nota del periodista William Langewiesche se enfocó en los errores en la investigación hasta llegar a
la que —de acuerdo a los elementos disponibles— considera la hipótesis más
probable.
"Buenas noche. Malaysia 370"
El misterio del
MH370 comenzó a las 12.42 de la noche del 8 de marzo de 2014,cuando el avión despegó del aeropuerto de Kuala Lumpur, en
Malasia.
El capitán era Zaharie Ahmad Shah, un piloto de 53 años, uno de los más expertos de la
compañía malasia. Su copiloto era Fariq Hamid, un joven primer oficial quien se encontraba en el último
vuelo de entrenamiento.
La mayoría de los 227 pasajeros (a los que hay que sumar los
12 miembros de la tripulación) eran ciudadanos chinos.
El vuelo MH370 tuvo su última comunicación con el mundo
unos diez minutos después de la una. "Buenas noche. Malaysia
370", dijo Zaharie a la torre de control de
Kuala Lumpur. El avión debía contactarse con el centro de Ho Chi Minh, en
Vietnam, en cuyo espacio aéreo estaba por ingresar. El tono de Zaharie era
normal, tranquilo. Unos segundos después, el avión desapareció de los
radares de Malasia.
En Kuala Lumpur nadie
se dio cuenta de la desaparición, mientras sí la notaron en Ho Chi Minh: intentaron comunicarse con el avión, pero no recibieron
respuesta. 18 minutos después 13 más que lo establecido por el protocolo— los
vietnamitas informaron a los colegas malasios. Debido a fallas en la
comunicación y errores en la gestión de la emergencia, las
operaciones de búsqueda empezaron recién cinco horas más tarde.
En un primer
momento, la
búsqueda se enfocó en la porción del mar Chino Meridional entre Vietnam y
Malasia. Hasta que los primeros análisis de las
señales de los radares revelaron que, tras desaparecer, el vuelo MH370 había
virado en dirección sur-oeste, minutos después de la última comunicación con la
torre de Kuala Lumpur.
A
partir de ese descubrimiento, se desataron todo tipo de hipótesis y teorías. La idea, escribe The Atlantic, de que un aparato tan sofisticado simplemente pudiera
desaparecer parecía más allá del ámbito de lo posible.
Lo cierto es que, cuando desapareció de los radares, el MH370
aún estaba en vuelo. En los días siguientes se descubrió que el avión se
había contactado siete veces con un satélite geoestacionario —es decir, que permanece inmóvil sobre un determinado punto
del globo— de la sociedad británica Inmarsat: los contactos sobre el océano Índico se había
extendido durante unas seis horas. Estos contactos permitieron trazar una línea
que iba desde Asia Central hasta Antártida, que el avión cruzó a las
8.19 horas de Kuala Lumpur. Los técnicos además elaboraron más datos basados en
el efecto Doppler —el aumento o disminución de la frecuencia de una onda
sonora cuando la fuente que la produce se aleja o se aproxima— que permitieron
establecer que el avión había virado una tercera vez hacia el sur. Esta
información permitió definir una zona en la que el avión podría haberse
estrellado. El lugar, cerca de las costas de Australia,
estaba muy lejos de la zona que habían indicado las
autoridades de Malasia.
El punto del viraje, la ruta seguida por el MH370 y el área de búsqueda inicial (Andrew Heneen/ Shattered Gnome/ Wikipedia) |
La
información, revelada por el diario Wall Street Journal, comenzó a sembrar dudas sobre la confiabilidad de
la investigación llevada a cabo por Malasia
y desató sospechas acerca de un intento de encubrimiento.
También los datos doppler indicaron que, después de
seis horas, el avión sufrió un descenso pronunciado, hasta cinco veces mayor que una velocidad de descenso
normal. Al cabo de uno o dos minutos, el avión se zambulló en el océano,
posiblemente desprendiendo componentes antes del impacto. A juzgar por la
evidencia electrónica, no fue un intento controlado de un aterrizaje en el
agua. El
avión debió haberse partido instantáneamente en un millón de piezas. Pero nadie sabía dónde había ocurrido el impacto, y mucho
menos por qué. Y nadie tenía la más mínima evidencia física para confirmar que
las interpretaciones de los satélites eran correctas.
La incertidumbre
inicial sobre el lugar del impacto explica además por qué no se encontraron
restos del avión, quizás el único elemento que
podría arrojar nueva luz sobre las causas del accidente. Unos pocos
restos fueron hallados en la costa de África, en la isla de Reunión, Madagascar y Mozambique. Dos tercios de los restos fueron encontrados por Blaine Gibson, quien durante los últimos cinco años estuvo buscando
nuevas pistas por las costas de África y del Sudeste asiático, convirtiéndose en uno de los
mayores expertos sobre la desaparición y quien fue una de las fuentes de la investigación de The Atlantic.
Tres investigaciones
En ese punto es el lugar en donde el satélite intentó por última vez conectarse con el avión. Se cree que la nave se estrelló en el océano Indico del Sur |
La otra investigación
fue llevada a cabo por Malasia, y se enfocó
en los pasajeros y la tripulación. No obstante, fue criticada por varios
expertos independientes porque intentó esconder información sobre Zaharie, el piloto.
Una tercera investigación buscó individualizar las causas del accidente, y halló como responsables a la agencia de aviación de Vietnam y a los controladores de Kuala Lumpur. No obstante, los expertos internacionales denunciaron la interferencia del Gobierno malasio, que según ellos intentaba proteger a sujetos considerados estratégicos, como la compañía aérea o el piloto.
Una tercera investigación buscó individualizar las causas del accidente, y halló como responsables a la agencia de aviación de Vietnam y a los controladores de Kuala Lumpur. No obstante, los expertos internacionales denunciaron la interferencia del Gobierno malasio, que según ellos intentaba proteger a sujetos considerados estratégicos, como la compañía aérea o el piloto.
Qué pasó en realidad
Pese a los intentos de encubrimiento de Malasia, según la
investigación de The Atlantichoy contamos con
elementos suficientes para determinar con un buen grado de aproximación
qué pasó ese día.
Primero: se sabe que fue un accidente provocado
intencionalmente. La ruta que siguió el avión no pudo haber sido provocada por
un error humano o una falla técnica. Es imposible que alguien tomara el control
del avión sin ingresar a la cabina o que los pilotos estuvieran de acuerdo.
Quien manejaba el avión desactivó el piloto automático. Según varios expertos,el avión tomó cuota
después de desaparecer de los radares, superando los 12 mil metros. Esta maniobra explicaría muchas cosas, y hoy se considera la
más probable: a esa altitud el avión se despresuriza.
Si el ascenso es gradual, los pasajeros ni siquiera
advierten la despresurización: en ese caso, la única señal sería la aparición
de las máscaras de oxígeno. Sin embargo, las máscaras están diseñadas para
durar 15 minutos. Así, en el MH370, los pasajeros habrían quedado
inconscientes y luego habrían muerto. Eso explicaría por qué
mientras se desataba la tragedia no hubo pedidos de ayuda, ni mensajes de adiós, ni intentos de llamados de emergencia
que fracasaron en conectarse.
En la cabina de los pilotos, en cambio, hay máscaras que
garantizan horas de oxígeno. Esto explicaría
cómo Zaharie, tras haber eliminado al copiloto, pudo pilotear el
avión durante horas. El momento de la despresurización ocurrió cerca
de Penang, en Malasia, la ciudad de origen del capitán, y donde se
encuentra una base militar que indicó haber señalado la presencia del avión.
La hipótesis de un
secuestro también quedó descartada porque debería
haber ocurrido en apenas dos minutos, entre el "buenas noches" de
Zaharie y el cambio de ruta, y parece imposible que, en ese caso, los
pilotos no pudieran lanzar una alarma. Además, ningún grupo reivindicó el
hecho.
El
sospechoso número 1: Zaharie Ahmad Shah
Por eso, todo apunta a Zaharie Ahmad Shahm, lo cual confirmaría la hipótesis de varios
especialistas, que habían asegurado que la desaparición del MH370
fue un suicidio y un asesinato masivo premeditado.
Según la investigación de The Atlantic, el
propio comportamiento de las autoridades malasias reforzaría esta hipótesis. Los primeros informes describieron al capitán como un
tranquilo padre de familia, pero investigaciones posteriores revelaron aspectos
oscuros de su vida privada. Según The Atlantic, el Gobierno de Malasia quería ocultar que uno de los
pilotos más experimentados de su aerolínea de bandera había causado una
masacre.
The Atlantic habló con amigos y conocidos de Zaharie y descubrió que
su esposa lo había dejado, pasaba mucho tiempo solo, mantenía una relación con
una mujer casada y estaba obsesionado con dos modelos que había encontrado en
las redes sociales. Según varios investigadores, es posible que Zaharie
sufriera de depresión. Uno de sus
mejores amigos, también piloto, se dijo convencido de que Zaharie fue el
responsable.
Además, un peritaje sobre un simulador de vuelo usado
por Zaharie reveló que había estado ensayando una ruta muy parecida a la
que hizo el vuelo MH370. Según algunos,fue un indicio de lo que iba a ocurrir.
Lo cierto es que, a esta altura, encontrar las cajas negras o
restos del avión difícilmente podría ayudar a esclarecer lo que pasó.
Probablemente, concluyó The Atlantic, sería
mucho más valioso conseguir la información escondida en alguna oficina de
la policía y de las autoridades malasias.
Vía: Infobae
Vía: Infobae